viernes, 12 de julio de 2013

Sobre 15M, IV (y última)

Sobre 15M. Parte IV.

In   Entrevista   on  12/07/2013  at  17:28


4. ¿Qué es participación política para el 15 M? ¿qué la diferencia de otras formas de involucramiento ciudadano? ¿las tecnologías digitales ayudan/limitan u aportan a esta participación política?

La participación política del ciudadano es necesaria, participación con voto, porque donde no hay participación es en acudir a los mítines o a las celebraciones, esto sería apoyar candidaturas o festejar victorias más que participar. Ningún representante puede representar sin dialogar con su representado. Por ejemplo, un procurador o abogado debe hablar con su cliente para poder defenderlo ante los tribunales, un representante de un futbolista para traspasarlo de equipo: igual, un representante de un actor: lo mismo. Sin diálogo cómo conocer y defender los deseos e intereses del representado, parece imposible. Incluso en el papel de tutor es aconsejable dialogar con el tutelado antes de tomar decisiones en su nombre. Pues bien ¿dónde está el diálogo necesario de los votados con los votantes, de los representados políticos con sus representantes? Y repito, un diálogo demostrable en urnas y con escrutinios.



Si yo fuera presidente del gobierno y con mayoría absoluta en el Parlamento, aún así, me sería imposible establecer leyes como prohibir o legalizar el aborto, los matrimonios homosexuales, la eutanasia, y muchas otras cuestiones legales esenciales, sin dialogar con la Ciudadanía, que es la soberana y la titular del Estado y de la nación. Y el mecanismo de diálogo democrático sería preguntar a la ciudadanía con convocatorias de referendos y que responda con sus votos, el día acordado y con los escrutinios debidamente publicados. Y no sólo son respuestas a los representantes con poder público, sino que además la Ciudadanía se estará respondiendo a ella misma como soberana de la nación. Mientras los presidentes de gobierno no hagan esto estaremos impidiendo derechos del censo electoral para auto conocerse y saber cómo es, también le restamos derechos de autodeterminación y auto proclamación.

Por ejemplo, yo puedo auto proclamar: “hola, soy @ciudadanoNick”, pero ¿ya está?, ¿con decir mi nombre o nick basta?. A mí al menos no me bastaría, porque tengo que proclamarme y determinarme en muchos asuntos, temas, cuestiones o dudas. Soy un ser libre con personalidad propia, igual que el censo electoral español. La única diferencia es que yo soy un ser individual y el censo electoral es un ser colectivo. Conmigo se puede dialogar más fácil y rápidamente que con el censo electoral, pero con éste también se puede, es más, se debe... Si hablamos de democracia, claro, si hablamos de otra cosa o régimen, seguramente no. Pero aún en la democracia, precisamente, ha surgido un nuevo mundo o continente, se llama Internet. Y estamos en pañales. ¿Asambleas urbanas deben convivir con asambleas digitales, cómo?. ¿Los troyanos pueden piratear y modificar escrutinios?, ¿es necesaria siempre, como seguridad, la referencia urbana?. La democracia, en definitiva la Política, se enfrenta a nuevos retos que estamos descubriendo y poniendo en el tapete público los ciudadanos, no los políticos profesionales que gobiernan. Otra grandeza de #15M.


En todo caso, en la Política, la línea que separa al representante del tutor debe quedar clara (en este caso representante como sinónimo de democracia y tutor de dictadura). Hay decisiones que debe tomar la asamblea general de ciudadanos soberanos, no sus representantes. Curiosamente, aunque parezca democracia directa, es también o sirve para una sana democracia representativa, es decir, consultar a la Ciudadanía soberana debe ser algo normal en la representación democrática, y las consultas deben surgir por iniciativa de los propios representantes o de sus asambleas. Por ello una democracia representativa donde pasen lustros o décadas sin consultar a la ciudadanía soberana (más allá de la obligatoriedad de elegir representantes cada 4 años) es sospechosa de corrupciones o de facilitar poderes públicos hacia intereses privados con ánimo de lucro. Una adecuada participación ciudadana en las decisiones públicas y oficiales es un buen seguro de gobierno digno y honesto.


Sí, dos más dos son cuatro, menos en la política representativa radical que, como vemos en estos días o actualidad, ni siquiera es una política digna, mostrando demasiada corrupción o silencio ante indicios más que sospechosos. España ha tenido ya momentos donde la máscara democrática de muchos políticos cayeron precipitadamente porque no hubo tiempo para maquillajes. Hace dos años la tiranía financiera exigía garantías de pago a España más allá de la dignidad social, y pronto obedecieron los políticos con poder, así nos cambiaron la Constitución. El 23 de agosto de 2011, el entonces presidente de la nación, sr. Zapatero, y el líder de la oposición, sr. Rajoy, se reunieron en un despacho y acordaron reformar la Constitución Española para limitar el déficit presupuestario y dar prioridad a pagar la deuda ante todo lo demás, incluida la sanidad pública, la educación pública, la asistencia social, etc.

Como buenos representantes pudieron haber preguntado al soberano, el censo electoral, pero pasaron y actuaron como tutores, cuando no los son. En realidad, con esta reforma exprés se apropiaron de una Carta Magna basada en el voto directo de la ciudadanía general española. Y la reformaron sin dicho voto, es decir, la ilegitimaron éticamente. Ilegitimaron a nuestra Constitución ante las luces de los más básicos fundamentos de la democracia. Y quedaron y quedan tan campantes, tal y como vaticinó el propio presidente del gobierno español: “Hagámoslo con naturalidad”. Así fueron condenadas millones de familias españolas a la miseria, millones de ancianos a una sanidad insuficiente, a millones de niños a una peor escolarización, a millones de estudiantes a una peor salida laboral, millones de trabajadores a empeorar sus derechos. Si no hubieran voces de protesta como los indignados del 15M, los ciudadanos seríamos como meros robots que verdaderamente necesitaríamos tutores o programadores. Menos mal que somos titulares exclusivos de nuestra dignidad social. Y nuestras vías públicas siempre deben estar dispuestas a mostrarlo, sean vías digitales o sean vías urbanas.

Bueno, y deseo terminar agradeciendo a la entrevistadora Sophie @Sofofox por esta imprevista pero interesante y grata entrevista.

@ciudadanoNick

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