sábado, 17 de junio de 2017

Querida Evolución

Carta abierta a la Evolución
O introspección de la vida en la Tierra

Querida Evolución, soy un ser humano y además me hallo descubriéndome e identificándome como ser racional de un Universo civilizado. Al menos intento el concepto o deseo de una Vía Láctea ilustrada y sociable, con una justicia que defienda a la vida en general. Aspiro a ser algo parecido a un ciudadano cósmico, y tú estás en medio de ese camino, querida Evolución. Miro al resto de nuestra galaxia y, antes de “despegar” con mi conciencia, justo ahí, estás tú, el ser colectivo formado por todas las especies vivas de la Tierra. Y no podría sentir cómoda a mi conciencia civilizada en sus círculos siderales sin antes haber sentido cómoda a mi conciencia civilizada en su círculo planetario. No como humano del mundo, donde también intento descubrirme, sino como ser terrestre o terrícola. Deseo dotarme de una conciencia planetaria más allá de mi especie homínida, ofreciendo mi limitada racionalidad al servicio de la vida que cubre y habita este planeta desde tiempos remotos. Aunque me pese el misterio, aunque los humanos no lo sepamos todo, podríamos buscar la lógica común hacia razonamientos públicos al servicio del interés general del conjunto formado por todos los seres vivos de la Tierra. Podría decirlo en prosa, Evolución hermosa, porque a veces te siento tan bella que quiero dedicar parte de mi tiempo a vivirte mejor y llegar a saber mucho más de ti.